El uso de una cloud o nube virtual es una “cuestión necesaria” como herramienta de simplificación, que permite acceder a los datos almacenados previamente.

Antes del inicio de la era digital (sobre todo en el período 1981-1995), en general, los datos eran descritos en documentos físicos y se archivaban en carpetas. Para acceder a su contenido era inevitable trasladarse al sitio donde reposaban estos archivos, con las dificultades que eso implicaba.

Con la llegada de internet, el uso de la tecnología se convirtió en una necesidad. Hoy, las plataformas virtuales en su mayoría, se dirigen a la población económicamente activa que procura optimizar los recursos bajo la consigna: “el tiempo es dinero” citada por primera vez por el científico e investigador estadounidense Benjamín Franklin en su ensayo “Advice to young Tradesman” en 1748.

La cloud o nube permite almacenar, sincronizar, compartir y resguardar datos en archivos virtuales. En resumen, ofrece varios beneficios:

• Movilidad y disponibilidad: el usuario accede en cualquier momento y desde cualquier lugar, tan solo necesita un ordenador y conexión a Internet.
• Escalabilidad: se ajusta a las necesidades del usuario, permitiendo escalar la capacidad de producción o almacenamiento cada vez que sea necesario.
• Descentralización: crea una dinámica de descentralización si se usa en tareas organizacionales, en tanto permite el contacto constante y cercano con sus clientes.
• Servicios actualizados: el mantenimiento, mejoras y/o actualizaciones son efectuadas por el proveedor de manera automática.
• Contenido respaldado: el contenido almacenado estará respaldado, por tanto, disminuye el riesgo de perder datos, imágenes o vídeos importantes.
• Reducción de costos: el almacenamiento en la nube evita comprar el hardware.
• Optimización de tiempo: permite almacenar datos de forma más rápida y eficaz.
• Gestión de la información: Centralizar el almacenamiento beneficia nuevos casos de uso. Al utilizar políticas de administración del ciclo de vida del almacenamiento en la nube, se pueden realizar potentes y automatizadas tareas de administración.

Algunas de las cloud más utilizadas:

Google drive: aloja gratuitamente archivos de hasta 15 gigabytes. Dispone de aplicaciones para Android e iOS y permite editar documentos y hojas de cálculo.

Dropbox: sincroniza, almacena y comparte archivos en línea.

ICloud: sistema Apple; edita y almacena documentos, comparte entre dispositivos.

Onedrive: sistema Microsoft; almacena fotografías, videos y cualquier otro archivo.

Amazon Web Service: ofrece opciones de almacenamiento por bloques, archivos u objetos. Los datos almacenados pueden cifrarse con claves y cuentan con servicio de auditoría integrado para configurar métricas y notificaciones y seguir de cerca el estado de la información.